El Profesorado

El Colegio Macarena tiene una larga tradición pedagógica innovadora. Cuando se inauguró se concibió desde los principios educativos de mayor modernidad de su época. Durante toda su historia han trabajado aquí maestros y maestras que han alcanzado un gran prestigio por su dedicación y capacitación profesional.

D. Faustino Álvarez y Sáenz dirigió la Escuela de Párvulos desde 1894 hasta su muerte el 18 de abril de 1910. Fue un destacado enseñante, reconocido en su época, tanto por su práctica docente como por sus reflexiones teóricas. Nació en Sevilla en 1848. Estudió Magisterio (1864-1867) en la Escuela Normal, situada entonces en la actual Iglesia de San Antonio Abad, en la calle Alfonso XII, obteniendo el título de Maestro Superior de Enseñanza Primaria en 1868. Por oposición obtuvo una plaza en Castilleja de la Cuesta en 1869, dando clases en la Escuela Elemental y en la de Adultos. En 1874 ocupó una plaza en la Iglesia de San Esteban que se traslada en 1877 a la calle Céspedes.
 
En 1894 llegó a la 4ª Escuela de Párvulos de Sevilla, "Los Altos Colegios", de la que fue director hasta su fallecimiento. Por su labor docente fue premiado con la Cruz de la Orden de Isabel la Católica y, más tarde, nombrado Caballero de esta Orden.

Preocupado por la enseñanza, escribió "Apuntes pedagógicos referentes a la educación de párvulos en España", obra de carácter científico y documental, premiada con diploma de honor y medalla de plata. A sus hijas Ana y Mª. Fernanda, también maestras, les dedicó su libro. Una calle próxima al colegio lleva su nombre.

En 1913 y a instancias de D. Carlos Cañal, diputado en Cortes, se colocó una placa conmemorativa, que se conserva en la actualidad en la antigua clase de párvulos, y que dice textualmente: "Esta escuela de párvulos fue dirigida por el benemérito maestro D. Faustino Álvarez y Sáenz desde el año 1894 hasta su fallecimiento el 18 de abril de 1910. El excelentísimo Ayuntamiento de Sevilla acordó honrar en esta forma la memoria de aquel modesto y ejemplar educador de la infancia".

Felicidad Loscertales Abril y Rosario Navarro Hinojosa escribieron el libro "Faustino Álvarez y Sáenz (1848 - 1910), un ilustre maestro de párvulos sevillano", editado por Ediciones Alfar S.A. en 1995. En la portada del libro aparece esta fotografía de Don Faustino, cedida por sus biznietas Pepita y Amelia Areal Serrano.

También fueron profesores del centro, José María del Campo en la escuela elemental de niños y Ángeles Román y Acal en la de niñas allá por 1900. Del trabajo de los maestros y  maestras conserva el Museo Pedagógico Altos Colegios algunas interesantes muestras como las "Clases de Cocina" de Doña Amparo Pulido.

Después de la muerte de D. Faustino Álvarez en 1910, fue Directora Dª. Carlota de Castro, y lo fueron también más tarde D. José María del Campo y D. Manuel Canela entre otros.


LAS CASAS DE LOS MAESTROS Y MAESTRAS

Durante todo el siglo XIX y casi todo el siglo XX a los maestros y maestras se les proporcionaba casa-habitación, bien en la propia escuela, o en otro lugar. La ley Moyano de 1857 reguló que se debía dotar al profesorado de una vivienda digna para vivir con su familia. Si el ayuntamiento no les asignaba un alojamiento debía de abonarles una cantidad para el alquiler de una vivienda.
 
Los sueldos del profesorado eran muy bajos aunque variaban según el tamaño de las localidades y la categoría profesional, por eso había que proporcionarles algún recurso más como eran las casas. También se les permitía realizar otros trabajos para poder completar sus ingresos, siempre que se tratase de una profesión honrosa. Generalmente las casas que se les proporcionaban eran modestas y en algunos casos, como también las escuelas, no reunían las condiciones mínimas de salubridad.
 
 
El proyecto de Francisco de Paula Álvarez de 1876 para las Escuelas Municipales preveía dos edificios para casa de maestros; en el definitivo de Francisco Aurelio Álvarez Millán de 1891 para las Escuelas Municipales de la Macarena se incluyeron tres, una para cada una de las tres Escuelas previstas. En la reforma de 1938 se actualizaron y se incluyeron nuevas instalaciones (electricidad, baños…).
 
 
La vida profesional y privada de los primeros maestros y maestras de los Altos Colegios, como todos los de su época, estaba muy ligada, pues además de vivir en la misma escuela donde trabajaban se les exigía que fuesen un modelo social en sus comportamientos privados (vestuario, relaciones, costumbres…).

Aquí vivieron maestros como Don Faustino Álvarez o Doña Pilar Lerma, estando ocupadas hasta finales del siglo XX. En la actualidad las tres casas de maestros forman parte del conjunto del centro. Una de ellas, la que tiene su entrada por la calle Feria, está destinada a conserjería, administración, secretaría, dirección, jefatura de estudios y sala de profesores, constituyendo la entrada principal al centro. Las otras dos están destinadas a aulas de apoyo, pedagogía terapéutica, música, religión, biblioteca, equipo de apoyo externo y Museo Pedagógico. En este museo se recogen algunos de los materiales empleados en la construcción de las casas de maestros y maestras en distintas épocas, así como algunos enseres domésticos localizados en ellas, una vez desocupadas por sus habitantes.


LAS ESPECIALIDADES EDUCATIVAS

Desde su apertura hasta la reforma educativa de 1970, los maestros y maestras del Colegio Macarena impartían todas las asignaturas a su alumnado. Con la puesta en marcha de la Ley General de Educación en 1970 aparece la nueva titulación universitaria del Profesorado de E.G.B. que se organiza por especialidades (Ciencias Sociales, Matemáticas y Ciencias Naturales, Idiomas, Preescolar), modificadas posteriormente por la LOGSE (Educación Primaria, Infantil, Idiomas, Educación Física, Música). Desde entonces en todos los colegios, en general, y en este, en particular, existe el profesorado especialista.

En el Colegio Macarena se han enseñado y enseñan idiomas, francés en el pasado y actualmente inglés y alemán ya que el centro es desde el curso 2000/01 centro bilingüe alemán- español. La educación física cobra especial importancia con la Ley General de Educación dotándose al centro aparatos para la práctica deportiva. La Música también se va consolidando como una especialidad que cobra un gran auge con la LOGSE, si bien los Altos Colegios ya contaban con una Banda Infantil de Música a principios del siglo XX.